Entonces la pistola dirige aquí algunas cosas. No es hora de hablar hermano, guarda ese fruto, piensa en la tierra que traen tus zapatos. Comienza la tarde con una lupa persiguiendo la cabeza de las hormigas. El carro patas arriba se mueve como una cucaracha fastidiosa, y llora hasta el incendio de los vidrios. El fruto es precioso, guardalo. Tu boca huele a ciruelas. Recuerdo mi huerto ahora que te veo.