Tengo este disco rayado que todo se come a su paso: muerte, muerte, muerte, muerte, muerte, muerte, muerte, muerte, muerte. Y alguien va en esa locomotora, le brillan los ojos. Vidrio; lodo, filos. Tenía que estar a la hora en punto: ahora tenemos una interesante discusión: se nos cae el pan de la boca/ lo escupimos en la cara del tema que nos estorba en esta charla. Quién diría, somos tan feas flores. Somos flores hermosamente caras. Y el pan se les cae de la boca aún. A la letra le anuncian la música. Yo me voy por las escaleras. Arriba se oye que bailan esa violencia.