La mosca decía: una gota de agua en la cabeza de la araña. Entonces es hora ya de cruzar a pie la alta cuerda. Esta comidita sí, esta comidita no. Ese bichito negro sugiere una línea al poema reciente de Rubén: la computadora no decía: el columpio empezó a mecerse con la mosca. A ras del suelo las patas escriben: aire.