yo soy yo y soy tu: soy el otro, por esto mismo pierdo el camino, la motivación y la soltura. Pero sucede que  
me sobresalto, que me asombro: la sorpresa entonces reina. Si tu voz que dentro de mi, la voz de las ciudades enteras no solo habla de sus maquinas, y de que la estatura de la muerte me puede rebasar en una esquina esperando un taxi o mientras bebo el agua en la comodidad de mis casa. Sino que esta voz ya no me habla, que se calla de vez en vez para dejarme escuchar mi voz propia con claridad. Pero sigo pensando que  es la tuya, otra vez. Me sobresalto: la sorpresa entonces reina.